Por: sede Quebradanegra
Había una vez un pueblo donde vivía mucha gente y todas las tardes hacía un sol de diferentes de colores. Cuando cambiaba cada color, la gente murmuraba, pero no le ponían mucho interés hasta que un señor prestó atención en un detalle: cada que cambiaba de color el sol se corría un poco, entonces decidió perseguirlo.
Pasaron cinco meses hasta que por fin llegó al lugar de donde salía el sol de colores y encontró un hueco. Entonces el señor se asomó y vio muchas gemas de colores como diamantes azules, esmeraldas verdes, oro amarillo y demás. Esto era lo que provocaba que los colores del sol se reflejarán. El señor le echó tierra a ese agujero para que nadie se robara las gemas y al atardecer, cuando volvió a su pueblo, el sol volvió a su normalidad y nadie más volvió a murmurar del asombroso atardecer.
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